Cuando estudiemos cómo Jesús trataba a las mujeres, ¡vamos a querer correr, no caminar hacia Él! El género femenino no tiene mejor defensor que el mismísimo Rey de reyes y es un tema en el que vamos a querer profundizar.
Debido a los debates entre cristianos (si debe haber mujeres predicadoras, si los hombres son la cabeza de familia, etc.) hemos perdido de vista algo increíblemente empoderador. Jesús elevó a las mujeres a una posición inaudita en el primer siglo DC y su trato hacia las mujeres desafió todas las normas culturales. Esas verdades históricas pueden transformar la forma en que nos vemos a nosotras mismas como mujeres y cómo identificamos nuestro propósito dado por Dios.
¿Por qué es importante?
¡Importa por muchas razones!
Nos ayudará a ver mejor la importancia y el valor que Dios nos ha dado.
Será una verdad fundamental que nos ayudará a medida que trabajamos para definir nuestro propio propósito dado por Dios y Su visión para nuestras vidas.
Nos ayudará a compartir mejor el evangelio con otras mujeres y niñas. Aprendí de mi hija de doce años que algunos de sus amigos son reacios a venir a Cristo porque sienten que el cristianismo reprime a las mujeres. ¿Cuánto más fácil será para mi hija responder con amabilidad pero con conocimiento a sus objeciones si tiene un conocimiento profundo de cómo Jesús trataba a las mujeres?
Nos ayudará a discipular y a ministrar a aquellas mujeres que luchan con la autoestima, problemas de imagen, etc.
La lista es interminable.
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¿Cómo Jesús trataba a las mujeres? Tres ejemplos bíblicos
Hay tres ejemplos vívidos en los evangelios que revelan cuán radical era Jesús cuando se trataba del trato hacia las mujeres.
María de Betania. A través de este evento precursor, aprendemos que Jesús estaba abogando por la educación espiritual de las mujeres. Al hacerlo, también abogaba por mayores oportunidades sociales y económicas. (Lucas 10: 38 42-)
La mujer samaritana en el pozo. Este ejemplo nos enseña que Jesús no vio a las mujeres como una fuente de tentación que los creyentes piadosos debían evitar (una creencia común de la época). Vio a una mujer quebrantada a la que valía la pena acercarse en una cita divina. (Juan 4: 6-4: 29)
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La mujer que tocó el borde de su manto. A través de este conmovedor relato aprendemos que cuando no tenemos nada, nuestra fe puede llevarnos a lugares maravillosos. Porque si bien nadie más puede vernos, Él nos ve y así lo ha decretado. (Lucas 8: 42 48-)
Quiero invitarte conmigo a que ahora vayas a una comprensión más profunda del trato que Jesús tenía hacia las mujeres y aprendas más sobre cada una de estas historias.
Abróchense sus cinturones y prepárese para dejarse llevar. Continuar a "Cómo Jesús te hace una Mujer Empoderada."
¡Sí! ¡Creo que Jesús trató a las mujeres de la mejor manera y más respetuosa posible de la manera en que un "Hombre DIOS" puede hacerlo y continúa haciéndolo! ¡Hurra Jesús!
Jesús TRATABA A LAS MUJERES DE LA MANERA MÁS HERMOSA_ CON RESPETO Y COMO EL DIOS_ HOMBRE QUE ERA !Marion Da Silva
¡Sí! ¡Alabado sea el Señor!